Toledo gestionó con éxito el Banco de Vizcaya y reorientó la institución hacia la banca comercial y de particulares, logrando que la entidad se convirtiese en una de los mas estables del sistema bancario español. Su apuesta por el proceso de fusiones fue clara y junto con Sánchez Asiaín iniciaron un proceso de fusiones que transformó la estructura y el funcionamiento del sistema bancario español. Desafortunadamente su temprana muerte privó al sistema financiero de uno de los banqueros mas singulares del siglo XX.